Laia era una niña muy alegre y tranquila. Le gustaba mucho pasar los fines de semana y las vacaciones de verano en la casa que sus abuelos tenían en Osona, donde iba en bici, se bañaba en la piscina y merendaba pan con Nocilla con sus amigos.
Desde siempre le ha gustado mucho auto enseñarse inglés a través de su música y películas favoritas. Salir a charlar con sus amigas es su manera de entretenerse pero sobre todo le gusta disfrutar de su hija Niobe yendo a la playa, al cine o tomando un helado.